jueves, 20 de noviembre de 2008

Algunas refelexiones sobre la Detención de Rómulo León. La importancia de decir No.

Las presentes reflexiones no son jurídicas sino personales como funcionario público, producto de un recordaris de nuestra historia como nación y Estado.
Aprecio que todavía los peruanos no aprehendemos la lección, sobre todo nuestra denominada "Clase Política". Me viene a la mente el tremendo impacto en nuestra sociedad sobre el video Kuri - Montesinos, y los demás denominados "vladi - videos"
Personalmente como funcionario público me dije a mí mismo, que es bueno decir lo que uno piensa cuando responde a preguntas sobre situaciones que pueden ser complicadas, perjudiciales o que tienen que forzar una figura para conseguir un determinado fin, y decirlo a quien se encuentre al frente nuestro sea quien sea, tenga el cargo que tenga, le guste o no le guste lo que escucha o lo que le dices, lo importante es hacerle ver las consecuencias de una maniobra funesta. A Montensinos casi nadie le decía No, todos los involucrados se ponían de su lado y daban ideas para lograr un objetivo, casi siempre a cambio de una determinada cantidad de dinero. Después vinieron las consecuencias, lo que se había acordado, determinado o ejecutado en el SIN estaba en contra de la Ley. Recuerdo en estos momentos la reunión en el SIN que tuvieron dos magistrados del Tribunal Constitucional, redactando con Montesinos una Sentencia. Uno de ellos, ex profesor mío de la Universidad, brillante abogado, filósofo del Derecho y sobretodo de la Teoría del Estado. Su inteligencia declinó ante el poder, ante el dinero, ante la prepotencia. Me salieron las lágrimas verlo en esa escena, me dolió mucho, pero a veces el dinero y el poder cambian a las personas que no están preparadas para eso, y creo que eso sucedió con él.
Yo creía firmemente que esta lección había sido asumida había sido asimilada, sin embargo no fue así. Desde el Presidente de la República, Primer Ministro, Ministros de Estado, funcionarios públicos, asesores, secretarios generales etc, se han visto envueltos en llamadas, mensajes, visitas etc, efectuadas y/o coordinadas por Rómulo Alegría. Y todo por no decir no, a lo propuesto por este senor o a las indicaciones o sugerencias de Palacio de Gobierno. Los que hemos trabajado en Gobierno Central sabemos que un Ministro de Estado sólo recibe a personalidades en muy pocas ocasiones, la mayoría de las veces los recibe sus asesores y/o funcionarios, donde entra a la reunión, saluda y se va. Como se explica que algunos de ellos hayan ido a la suite del senor Canan, para que, porqué, quien les dijo que vayan. Eso pasa por no decir no.
Todo esto para mí, es una lección que debemos aprehender los funcionarios y/o servidores públicos, de empezar a saber decir "no" a lo que creemos que no es correcto, que no es legal, que no es idóneo, sé que es dificil para todos, pero dificil será explicarles a nuestros seres queridos cuando nos veamos envuentltos en situaciones difíciles, el porque no dijimos no. Recuerdo la canción de Rubén Blades, "Plástico" que dice "nunca vendas tu destino por el oro y la comodidad". Esta frase cae a pelo la presente reflexión.

2 comentarios:

SILVA SOLOGUREN dijo...

MI QUERIDO PEDRO: TODO LO COMENTADO EN TU BLOG VA MARCADO POR UNA MUSICA LLAMADA "CORRUPCIÓN A TODO NIVEL". SI LOS POLÍTICOS LLAMARAN A LOS VERDADEROS TÉCNICOS CON VOCACIÓN DE SERVICIOS Y NO A SUS AMIGOS QUE SON PREPARADOS PARA OCUPAR CARGOS PÚBLICOS CON "VOCACIÓN DE LACAYOS". UN FUNCIONARIO DEBE ESTAR FORMADO BAJO LA CONSIGNA DE LA ANTICURRUPCION Y EL RESPETO Y LA DIGNIDAD HACIA LOS DEMAS.

Aimé dijo...

estoy de acuerdo con mi querido amigo Felipe, lamentablemente nuestra clase politica se instala en los cargos publicos asumiendo que debe compartir el poder con sus amigos aliados, formando un equipo que solo busca trabajar para su mejor provecho y su mas dilatada permanencia en el poder...algun dia cuando tengamos tecnicos eficientes con verdadera preparación en la base de la administracion pública, veremos mejores posisicones y comportamientos independientes.